viernes, 26 de abril de 2013

Revuelo tras las cámaras


Hoy nos levantamos con la resaca de los premios Iris de la Academia de Televisión, una gala donde los premiados recogen sus premios y agradecen al sector el reconocimiento, pero que se convierte en un sueño para los que nos gustaría estar ahí, en un ladito, aunque sea mirando tras la cortina. Enhorabuena a los premiados y ojalá sean muchos, señal de que el sector sigue siendo productivo.

Pero mi entrada de hoy no va por aquí, va hacia algo mucho más cercano y que también es televisión. En las dos últimas semanas he asistido a parte de las grabaciones para el programa  “Este es mi pueblo” de Canal Sur, que se emitirá el próximo domingo a las 16:45.  El revuelo que se forma entre la gente siempre que hay una cámara de televisión es inmenso, mucho más si viene la televisión autonómica, pero no por el mero hecho de salir en televisión, que también, sino por estar allí y ver como se hace televisión.

El ansiado minuto de gloria que todos debemos tener en la vida, esa manera de posicionarte en un lugar estratégico para que la cámara te enfoque, siempre con tus mejores galas, antes de que llegue el miedo escénico y te paralice ante pronunciar palabra alguna.

Hay algo más importante que salir televisión: es ver cómo se hace. Reconozco que es algo que siempre me ha fascinado, quizás por eso elegí mi profesión y esto hace que  mi mirada esté un poco influenciada por mis conocimientos y vivencias. Es algo mágico: transformar la realidad en unos pocos minutos a través de la pantalla, dotados del glamour y los brillos que los focos y el maquillaje dan.

Tras las cámaras hay mucho trabajo, luces, cámaras, sonido, micrófonos por todos sitios, productores que lidian con que todo sale siempre mal y mil y un inconvenientes que surgen a la hora de grabar. De repente, todo el equipo técnico se convierte en magos y son adorados por el público que se concentra para ya no salir en la tele sino no perder detalle de cómo se hace aquello. Aparece la estrella y se para el tiempo, un privilegio para unos pocos y que nadie se quiere perder.

Una experiencia única para casi todos, que permanecen ajenos al mundo de las cámaras. La magia de la televisión no deja indiferente a nadie, el resultado… dentro de unos días en pantalla.

Sin embargo, los mejores momentos no son los que se van a ver en televisión, los previos, los ensayos, las tomas falsas y todo lo que ocurre  fuera de cámara es de lo mejor de esta profesión.

Ahora viene la segunda parte ¿cómo saldremos en televisión? Eso horroriza a más de uno, pero tranquilidad, porque no son más que gajes del oficio.

No deja de sorprenderme la admiración que despierta este oficio, me encanta descubrir que todo fascina por mínimo que sea. Experiencias inolvidables que siempre se recordarán como aquel día que fui partícipe del sueño televisivo.

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