Mi entrada de hoy va relacionada
con las campañas promocionales o de marketing en televisión. Las cadenas
dedican mucho tiempo a pensar cuándo y dónde lanzar sus productos estrellas, en
qué lugar colocarlos, donde causará mayor impacto y cuál es la mejor estrategia
de promoción para que no deje indiferente a nadie.
Pienso que el éxito de estas
campañas es que sean aceptadas por el espectador, es decir, casos de programas
como El Hormiguero, donde cada día acuden invitados famosos (de primer nivel)
para promocionar algo, ya sea su estreno en cine, la nueva serie de la cadena,
una gira musical… Ese es el pretexto para que el invitado acuda al programa, en
el que se dedica parte a dicha promoción y parte a entrar en contacto con ese
artista siguiendo la dinámica del programa, el entretenimiento. Bajo mi punto
de vista es una estrategia brillante, de hecho ha conseguido que por el plató
pasen estrellas a nivel mundial sin más pretensión. Tal o cual artista viene a
promocionarse, lo acepto y me interesa conocer, saber… salvando las distancias
es lo más parecido que tenemos en España al show de Oprah Winfrey, el programa por
el que pasan todas las estrellas de la televisión americana.
Lo que no tolero es que intenten
engañarme. En las últimas semanas venimos asistiendo a los trapos sucios de la
familia de Jesulín de Ubrique, a través de su suegra. ¿Casualidad? ¿Por qué
ahora? Es muy sencillo, la cadena prepara la gran vuelta de Belén Esteban y
quiere que eso tenga repercusión. Tras meses en ausencia de la Esteban, donde
por expreso deseo de ella, no se ha dicho NADA de su vida, parece que lo que
era imposible se había logrado, el público ha dejado de lado las intimidades de
Belén y se ha podido sobrevivir sin ello. En medio de esta calma no podía
aparecer la princesa del pueblo, por lo que hay que inventar un huracán
mediático para que suene, y mucho, el regreso de la tertuliana. Cada programa
utiliza la estrategia que quiere, pero a mí esto me parece jugar con el
espectador y en muchas ocasiones, con los protagonistas. ¿De qué nos quejamos
de la aparición de tanto aprovechado en televisión? No es más que una decisión
de darles su hueco de la propia cadena.
Y no voy a seguir por aquí porque
podría seguir mucho… y al final la conclusión es que la libertad impera en el
modelo de televisión privada y sobre todo la rentabilidad, aunque yo defiendo
que ésta se puede conseguir de muchas formas.
Y a propósito de esta entrada no
quería dejar pasar el hecho noticioso de ayer: el actor Paco León desnudo en la
red social twitter, prometió que lo haría si llegaba al millón de seguidores.
En segundos se convirtió en Trending Topic y hoy colma todos los debates en
televisión, redes sociales, blogs… ¿qué pretende Paco León con esto? A) Cumplir
su palabra y hacer una gracia. B) Saltar gratuitamente a la actualidad. ¿Para
qué? Para promocionar su próxima película: Carmina y Amén que empezará a grabar
en apenas unas semanas en Sevilla.
No creo que Paco León necesite alcanzar
el millón de seguidores porque tiene un hueco forjado en nuestro cine y
televisión. Sin embargo, y siguiendo el modelo de otros compañeros como
Santiago Segura, busca la promoción del modo más económico pero notorio posible.
El cine pasa por momentos difíciles y confesado por el propio Paco León, hay
que basarse en el modelo low cost y buscar nuevas estrategias de mercado.
Sinceramente, no creo que sea
necesario un desnudo para promocionarse, pero sin duda es una forma original,
hecha a través de una red personal, y no creo que haga mal a nadie. Sea cual
sea su motivo, ojalá lo haya conseguido. De hecho hoy y aquí ya estamos
hablando de él.
Y mientras tanto… sigan dándole
vueltas a la mente para buscar la mejor estrategia de promoción, porque no sólo
hay que estar, sino dejarse ver.