domingo, 19 de mayo de 2013

De profesión, becario.


Mi entrada de hoy va dedicada a uno de esos temas que aparecen y sabes que tienes que escribir de ello. No es Eurovisión, ya sabemos que no progresamos, aunque puede que tenga más relación de lo que nos pensamos.

Estaba viendo las noticias y una de ellas iba dedicada a los becarios, (se acerca el verano y muchos jóvenes comienzan sus prácticas en empresas…), esa era la noticia, pero me llegó mucho más porque reflejaron la vida de los becarios en Antena 3. De repente, vi pasar casi  dos años de mi vida, con muchos recuerdos, con muchas caras y con muchos lugares conocidos.

A propósito de todo esto, esta semana ha sido noticia la carta de una chica en la que renunciaba a un puesto de becaria con unas condiciones abusivas, trabajo cualificado y sin remuneración ni siquiera para transporte, tras años de becas. Además, otro joven periodista denunciaba su situación de precariedad laboral cantando en el metro; en definitiva… los jóvenes hablan.

Yo he sido becaria, de las “sin remunerar”, de las que sólo tenía que pagar 1 euro por comer, de las de los 250 euros y te pagas el transporte de más de 70 km a casa… Conozco un poco la situación y sé lo desesperante que es encajar una beca tras otra, pero creo que lo más importante no es la situación económica, que lo es, porque comer hay que comer, sino lo más importante es el grado de frustración que podemos llegar a alcanzar.

La primera oportunidad laboral es una experiencia desbordante, novedosa, ilusionante, todos oímos: “ lo importante es meter la cabeza, una vez que estés ahí…” pero ¿eso cuándo ocurría?  Hace unos años, más de 5, tal vez sería así y tal vez, haya gente a la que hoy le ocurra, pero por lo que vemos son la excepción y los más afortunados.

Se acaban tus tres meses de beca, has aprendido muchas cosas, has trabajado más, has disfrutado de todo, tienes contactos y ahora lo mejor que te puede pasar es que te amplíen la beca. Una sensación de felicidad, tres meses más en ese entorno laboral que cada día sueñas para desarrollarte personalmente, pero… se acaba la beca y déjanos tu CV por si necesitamos a alguien, y ¿qué ocurre? Que llega el verano y con él, nuevas remesas de becarios cargados de ilusiones.

Es entonces cuando te planteas que ya no puedes optar a una beca, has hecho todas las prácticas posibles, has cursado todos los masters e idiomas requeridos y ¿qué te ofrecen? ¿Una beca? No olvidemos que tienes la suerte de ser seleccionado entre mucha gente, y te tienes que sentir afortunado, pero no, ya no puedes, has vivido muchas veces esa situación, sabes lo que es empezar de cero y desde el puesto más bajo en una empresa, sabes lo que es aprender y sabes lo que es desear continuar con tu labor y que no te dejen. Se acabó el sueño… y vuelta a empezar, o quizás no.

El apasionante mundo de los becarios. Disfruté muchísimo de mi etapa en los distintos medios en los que he estado, principalmente de la etapa en Antena 3, ahí conseguí que un día se acordaran de una becaria que pasó por allí un verano, sí, se acordaron de mí y pude entrar a trabajar con todo lo que ya había aprendido y que nunca se olvida.

De todo esto lo que se saca es una lección, que los becarios trabajan mucho, se forman, y vuelven a empezar y a empezar, eso que tan importante es para el mercado laboral, reciclarse, pues los becarios saben muchísimo de eso, pero todo tiene un límite.

Becarios habrá siempre, y es bonito ver una empresa llena de caras nuevas, jóvenes, con ilusión y motivación, pero que no se convierta en algo carente de sentido. No dejemos que nos hagan ser becarios permanentes, que una beca sea un paso más para algo en nuestro futuro profesional, que no sea la máxima aspiración de un universitario.

A pesar de todo, si hoy volviera a la universidad, no dudaría en poder acceder a las distintas empresas, aunque sea como becario por un día, es una oportunidad que hay que saber aprovechar, al menos personalmente.

A los que comenzáis vuestras prácticas aprovecharlo y disfrutarlo, porque quién sabe y ojalá me equivoque, puede que esos recuerdos sean los que un día les contemos a nuestros nietos, yo fui, de profesión, becario

No hay comentarios:

Publicar un comentario