sábado, 8 de junio de 2013

¿Librobasura?

Vuelvo a estar por aquí, no, no se había cerrado el ojo, sino que elojodeana ha estado descansando por obligación, más bien la garganta de Ana, que ha estado convaleciente, y es por eso por lo que no he podido actualizar el blog. Sin embargo, en estos días de reposo he tenido mucho tiempo para ver la tele, como hace tiempo que no la veía, parándome a ver y a analizar muchas cosas, de las cuales os iré hablando en los próximos días.

Si algo me ha quedado claro en estos días es que la televisión se ha concienciado mucho con la lectura o con la venta de libros de sus estrellas. Esos dos medios, televisión y lectura, que parecían tan incompatibles (no veas la tele, lee un libro…) fijaos para lo que sirve ahora la tele, para fomentar la lectura, o mejor dicho la venta de libros de nuestro país.

Estos días se celebra la feria del libro en Madrid, una cita obligada para los amantes de la lectura, en el parque del Retiro. Si estos motivos fueran pocos para faltar al evento, la televisión se ha encargado de darnos mil y un motivos más para acercarnos cierto día y cierta hora, sus estrellas principales estarán en dicha feria firmando sus libros, porque hay todo un boom de libros televisivos.

Famosos escribiendo libros es algo que ya se viene viendo desde hace algún tiempo, sin embargo, en estos días la promoción y el lanzamiento de las últimas publicaciones se ha hecho de forma evidente. La estacionalidad del producto, ¿la mejor manera de vender libros es que tu escritor te lo firme? Pues sinceramente no, atrapa más una buena historia, un saber contar lo que ocurre… sin embargo, cuando hablamos de libros televisivos, pueden interesar más otros aspectos: el fanatismo. Quiero conocer a mi ídolo, pues acudo donde esté, normalmente se ha facilitado día y hora de firmas, y para acercarme, besarlo, tocarlo y poder decirle eso que siempre he querido pues me compro su libro.  Un planteamiento más común de lo que parece porque a estas firmas acuden los fans en masa, como a las firmas de discos.

Me parece justo distinguir entre libros televisivos: hay periodistas que escriben sus historias. Ha existido desde siempre, claro exponente Mariano José de Larra, y muchos  de los premiados en certámenes literarios son periodistas. Por otro lado, están los libros autobiográficos de personajes conocidos, que pueden o no, estar escritos por ellos y que su fama se traduce en la principal arma de promoción.

Está comenzando una tendencia generalizada de publicar libros  de famosos por cualquier asunto, a mi parecer se están convirtiendo en las nuevas “exclusivas” de las revistas del corazón.  El peligro reside en creernos  completamente estos libros, sin saber que detrás, al igual que en televisión hay muchos intereses, muchos montajes y muchas verdades parciales.

No he leído todos los libros que se están publicando, ni quiero generalizar, simplemente mostrar mi alerta ante este boom. Creo que tanta “saturación literaria” no es buena, ¿llegaremos al término “libro-basura” al igual que existe telebasura?

De todas formas la lectura nos enriquece, sea lo que sea, nos ayudará, como mínimo a escribir correctamente y desde ahí en adelante nos puede aportar muchas herramientas más. Un aumento en las ventas de libros se traduce en riqueza en nuestras editoriales, por lo que por este aspecto también nos beneficia. Y lo mejor de todo es que si conseguimos un buen libro con una historia que nos haga soñar, habremos descubierto el placer de la lectura.


Yo también soy lectora de algunos de estos libros televisivos, aprovecho para recomendaros una de mis últimas lecturas del periodista  Maxim Huerta: Una tienda en París. Una de esas historias deliciosas que recuerdas con un buen aroma. Porque la mejor promoción para un libro es que a alguien le haya marcado.

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